Martha Patricia Montero
Estoy segura de que nací con las palabras como seña de identidad. Me han acompañado siempre y entre las muchas bondades que me brindan está el gusto por conocer y hacer de ellas un instrumento para dialogar, comprender, empatizar, difundir. En este ejercicio alrededor del fuego me siguen resultando imprescindibles.
Disfruto conocer personas de la más diversa índole, cuya pasión por la vida resulta contagiosa. De ahí mi interés por provocar estas conversaciones y compartirlas.
Además, hace tiempo descubrí que intervenir con bordado fotografías vintage, postales o impresiones digitales de imágenes que me resultan atractivas es otra forma de contar nuevas historias, de escribir.
“Me despierto soñándome como un árbol frondoso que despliega sus ramas, pero en vez de hojas me brotan decenas y cientos y miles de palabras…”