Martha Patricia Montero
El gran comienzo
En julio de 2011, cuando la guerra de Siria cumplía poco más de diez años de haber iniciado desplazando a cientos de miles de familias, la marioneta de una niña siria de apenas 9 años de edad comenzaba una larga caminata, dejando atrás su país para ir en busca de su madre. Bautizada con el nombre de Amal, que en árabe significa esperanza, no imaginaba en ese momento que esa gran odisea la convertiría en un potente símbolo en la búsqueda de reconciliar corazones, ni tampoco que esos primeros y conmovedores pasos la harían llegar no sólo a su primer destino, sino también a otro continente y a un país herido por otras causas y que igual requería un mensaje como el que ella propaga: México.
En aquel primer viaje la pequeña Amal recorrió la ruta que siguen quienes esperan poder ser aceptados en otras tierras, a pesar de la diferencia de lengua, cultura, religión, sueños… para hacer de esa oportunidad la posibilidad de forjar una vida en un entorno de paz. Turquía, Grecia, Italia, Francia, Suiza, Alemania, Bélgica y Reino Unido, ocho países y numerosas ciudades donde los habitantes de todas las edades la vieron avanzar en lo que se calificó como “un ambicioso proyecto teatral itinerante”, o bien, “arte público nómada”, conceptualizado por la compañía inglesa The Walk Productions y llevado a cabo en asociación con la sudafricana Handspring Puppet Company, con la clara intención de visibilizar a los menores en esas condiciones porque, como dijo en su momento Amir Nizar Zuabi, el director artístico: “Ningún niño debería tener que arriesgar su vida buscando un lugar seguro al que llamar hogar”.
Mapa de la primera ruta que recorrió Amal en 2021
Otros dos grandes propósitos del proyecto denominado The Walk/La Caminata eran evidenciar la crisis de refugiados y cambiar las narrativas que existen en torno a este fenómeno social, poniendo atención a las historias y al valor que cada persona puede aportar en sus lugares de acogida. Para dimensionar con mayor claridad estos objetivos mayúsculos, tomemos en cuenta que, de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en 2023 son más de 108 millones en todo el mundo que se encuentran en esta ardua circunstancia, de los cuales el 41% son niñas, niños y adolescentes.
Desde un principio Basil Jones y Adrian Johler, fundadores de Handspring en 1981, comprendieron que la marioneta que tenían por misión desarrollar no sólo debía ser ligera y fácil de maniobrar por un equipo de expertos titiriteros [en total son cuatro los operarios que se turnan con frecuencia: uno para cada brazo, uno para soportar su espalda y uno adentro caminando sobre zancos, que también controla un complejo entramado de cuerdas que animan su rostro, así como el movimiento de su cabeza y sus ojos], a fin de desenvolverse en muy contrastantes ambientes (caminos rurales, puentes, barcos, avenidas, teatros, iglesias, plazas, calles, mercados…), sino lo suficientemente expresiva para generar empatía con una amplia diversidad de interlocutores y tener la capacidad de conmover pues, literalmente, la pequeña Amal iba a ser desde el día uno el corazón del proyecto. Para ellos: “La historia de las personas refugiadas es importante para el mundo entero. Muchos países están en movilización debido a conflictos, pero también por cuestiones como el Cambio Climático, pues muchos trabajadores del campo ahora están imposibilitados por la falta de lluvias. Es la gran historia de nuestra época”.
La fuerza del mensaje
Con ese espíritu, en cuanto inició su caminata Amal fue sumando voces de apoyo, tanto de personalidades como la actriz Gillian Anderson, el actor y cineasta Chiwetel Ejiofor, el escultor Anish Kapoor, la cantante y compositora Anoushka Shankar y el actor Jude Law, entre una larga lista, como de ciudadanos y refugiados que iban espontáneamente a su encuentro para caminar a su lado. Como escribió en Instagram una refugiada asentada en Grecia: “Me hace llorar la belleza de todo esto. Esto es lo que somos, esto es lo que nuestros hijos quieren y merecen”. Cabe subrayar que en todas las ciudades se iban propiciando encuentros con colectivos a favor de las poblaciones menos favorecidas y que, de manera solidaria y entusiasta la comunidad artística de cada lugar se hacía presente para acogerla.
Conforme iba avanzando en su ruta de julio a noviembre, entre Turquía y Reino Unido, el equipo detrás de Amal preguntaba en sus redes sociales: “Si estuvieras en los zapatos de Amal, ¿qué te haría sentir como en casa al llegar a un lugar nuevo y extraño?”, para luego afirmar convencidos: “Abrir los brazos para recibir con amabilidad a un extraño puede ser un acto radical”.
A la par de esa enorme primera experiencia y haber tocado un sinnúmero de corazones, lo mismo de familias que de mandatarios o líderes religiosos, el proyecto The Walk fue recaudando fondos que se han destinado directamente a apoyar a los refugiados en sus fases de adaptación en sus nuevos hogares, impulsando sobre todo las oportunidades de niñas, niños y adolescentes para estudiar y potenciar su desarrollo sin limitantes de ningún tipo.
Casi desde el inicio de la gran odisea de sus primeros 8 mil kilómetros Amal fue cosechando invitaciones para visitar otras ciudades y promover su mensaje, pues muy rápido se convirtió en un símbolo a favor de los derechos humanos de todas las personas, sobre todo de la niñez desplazada de sus terruños. Así fue como se juntaron una serie de invitaciones que harían que Amal viajara a América, otro continente, para recorrer puntos clave de Estados Unidos y México.
Primero, del 7 de septiembre al 5 de noviembre estuvo en más de cuarenta ciudades de Estados Unidos, recorriendo de Boston hasta San Diego, conviviendo con nativos americanos, migrantes, refugiados y representantes de las Naciones Unidas, y encontrando otras voces de apoyo como el chelista Yo-Yo Ma, la escritora Valerie June, el músico Robbie Williams…
La decisión de emprender otro viaje largo, ahora en América
Conversación con David Lan, productor y co-creador de la pequeña Amal
David, cuando tuvieron la idea de crear a la pequeña Amal y emprender el recorrido de Turquía a Gran Bretaña la gran motivación era la guerra de Siria y todas las familias desplazadas. De entonces a la fecha han estallado otros conflictos de importancia, la guerra Rusia-Ucrania y ahora la que sucede en Gaza… En este contexto, ¿el mensaje de la pequeña Amal prevalece?
Cuando empezó la travesía de Amal en 2021 había muchos refugiados de Siria en Europa, pero también de otros países en guerra como Afganistán, Iran, Iraq, Sudán… Amal representa a todos los refugiados por la guerra y por la violencia. Es una tragedia que ahora también hay refugiados de Ucrania y de Gaza. Entonces, el mensaje de Amal, que es sobre los niños, pues ella como la niña que es pide “por favor, no se olviden de nosotros”, ahora es más potente.
Cuando comenzaron la gran caminata de Amal de Turquía a Gran Bretaña, ¿imaginabas que iba a tener este impacto, en especial con los niños, y que llegarían también a América y ahora a México?
No, no lo podíamos imaginar. Empezó como una pequeña idea de arte público, aunque terminó siendo un proyecto de una escala mayor. Lo hicimos porque tuvimos la motivación y la razón para hacerlo. Tan pronto empezó a caminar Amal comenzamos a recibir invitaciones de otros lugares, en especial gracias a las redes sociales, que permitieron que mucha gente se enterara de ella. Querían que fuera a Nueva Inglaterra, a Estocolmo o a Suecia, por ejemplo. Al principio dijimos que no, porque el viaje original que ella tenía programado era la travesía que recorren los refugiados que tratan de llegar a Reino Unido, pero una vez que terminó el primer viaje en Manchester vimos que Amal ya podía ir a cualquier lado y así lo hizo. Y entre las muchas invitaciones que tenía muchas eran para que fuera a Estados Unidos. Al principio pensamos que era imposible, pero luego lo planeamos como un nuevo viaje con un significado similar a su primera travesía. Vimos que si iba a caminar en América había que venir a México, porque la historia de los migrates y de los refugiados en América también es la historia de México. La mitad de la frontera está en Estados Unidos y la otra mitad en México, pero la situiación es la misma. Por eso decidimos contemplar un viaje desde Boston hasta Tapachula.
David, ¿a qué atribuyes la gran empatía que Amal establece con niñas y niños de todo el mundo?
Quisimos trabajar con la gente que hizo el títere de Amal porque tienen una habilidad sorprendente para crear títeres con un fuerte y atractivo sentido emocional. Así que sí esperábamos la respuesta que genera, no sólo en los niños, también en los adultos. Ayer [6 de noviembre] estuvimos en el Centro Cultural de Tijuana y había cientos de niños, adultos también, pero cientos de niños y es muy poderoso ver cómo se emocionan al ver a Amal. Recuerdo cuando empezamos en 2021, poca gente sabía de Amal y cuando llegábamos a una ciudad o a un pequeño pueblo ella era una sorpresa, y ahora Amal es una especie de líder de espíritu para la gente joven que la sigue, sabe de ella, conoce de su travesía y esa es una experiencia diferente, que hace las cosas más poderosas de lo que ya eran.
¿Cómo se eligió el nombre de Amal?
El nombre significa esperanza en árabe. Me tocó producir en Londres una obra de teatro sobre un campo de refugiados en Calais, Francia, donde casi todos los personajes eran adultos excepto uno, que era una niña de Siria y su nombre era Amal. Así que cuando tuvimos la idea de la caminata [The Walk] decidimos utilizar el mismo nombre.
Al igual que Turquía, Grecia, Italia… México es un país por el que cruza una gran cantidad de migrantes, en su caso con la idea de llegar a Estados Unidos… ¿qué le desea comunicar a Amal a todos ellos?
En efecto México es como Turquía, un país donde los migrantes se mueven a través de él para ir a otro lado. La situación es que hay muchos refugiados, lo que hace difícil identificar a cada uno por sus necesidades específicas, por sus problemas y por la razón por la que dejaron su lugar de origen, porque nadie quiere ser forzado a irse de su hogar. La cosa con Amal es que es solo una niña, y gracias a ella es más fácil que la gente se imagine que cada migrante tiene su propia historia, su propio sueño, sus propias necesidades. Por lo mismo, buscamos que por medio de Amal se vea el potencial que los refugiados e inmigrantes tienen, lo mismo que sus capacidades, experiencias, conocimientos y ambiciones. Sabemos que el camino que cada uno de ellos atraviesa es bastante sombrío, por eso también buscamos que el viaje de Amal sea uno que esperadamente traiga más alegría, a lo que puede significar la nueva experencia y el potencial de mejorar la vida de los migrantes y de los refugiados en todos aquellos lugares donde van a encontrar un nuevo hogar.
¿Amal es una pequeña migrante? ¿A dónde desea llegar?
Sí es migrante y en su primer viaje buscaba a su mamá. Logró llegar a Manchester y no encontró a su mamá, pero encontró una comunidad que le dio la bienvenida. Aunque eso no significa que le resulta fácil, pues su situación sí es difícil.
¿Cómo han logrado financiar los viajes de la pequeña Amal y el equipo que la acompaña?
Sobre todo, por el apoyo de fundaciones humanitarias. Hay algunas empresas que también apoyan el proyecto, pero mayormente es gracias a fundaciones.
Amal es una iniciativa artística-cultural de enorme impacto social. En este sentido, ¿contribuye a que los gobiernos reconozcan el gran valor de la cultura y el arte?
Eso espero. Es un proyecto muy grande e involucra a una gran cantidad de personas. Son cientos los artistas, colectividades y personas involucradas para hacer posible este ambicioso proyecto. Por eso, de nuestra parte el mensaje hacia la gente también es: ¡Es posible, lo puedes hacer! Si quieres hacer algo, aunque suene loco, pero que le llegue a la gente, ¡es posible hacerlo!
¿Tiene otros destinos después de recorrer México?
Al terminar su estancia en México tiene otros dos viajes más cortos, no tan largos como este de Boston a Tapachula.
La pequeña Amal en México
Finalmente, el 6 de noviembre de este 2023 Amal llegó a la frontera Estados Unidos-México y testificó de primera mano cómo decenas de personas intentaban cruzar para solicitar asilo y protección. Su rostro, magistralmente manejado por los titiriteros, denotaba tristeza. Quizá esa niña siria pensaba en tantos de sus compatriotas en situaciones similares, por causas distintas. Cuando por fin cruzó caminó hacia el muro que separa a tantas familias y se recargó como muchas de ellas, su imagen sin duda logró conmover a todos los que presenciaron la escena.
Una persona clave para organizar las actividades en nuestro país, eligiendo lugares sensibles y simbólicamente vinculados al mensaje que promueve Amal es Romain Greco, productor de The Walk para México.
Romain, ¿cómo deciden que Amal continue su travesía por nuestro país?
Después de transitar por cuarenta ciudades de Estados Unidos y llegar a San Diego era un poquito estúpido dejar la caminata ahí. Había que cruzar la frontera a Tijuana y de ahí irse a Tapachula, una travesía obligada porque son los dos puntos donde tenemos más problemáticas con la migración en México. Yo me involucré porque me parece un proyecto muy noble, y porque siendo extranjero viviendo en México me da mucha pena que la imagen de México se está manchando un poquito con el tema de los migrantes, cuando México siempre ha sido un país que acoge a refugiados, recordemos a los de la Guerra civil española y a los que tuvieron que salir de sus países por las dictaduras en Latinoamérica. Aunque claro, no es lo mismo recibir a dos mil que a cien mil, lo que pone a México frente a otro reto que otros países no podrían superar. Y luego tiene vecinos complicados: por un lado, Estados Unidos y por otro Guatemala, y es el paso obligado.
¿Cuál dirías que es la importancia de la presencia de Amal en México?
El recibimiento que le están dando a Amal es una oportunidad para recordar que México siempre ha tenido empatía y aceptación hacia las personas que están en esta circunstancia. Y de igual modo, que piensen que, así como reciben a Amal, a muchos mexicanos les gustaría que así recibieran a sus hijos, que están como migrantes fuera del país. Es muy simbólico.
Amal sale de Siria por la guerra, aquí los migrantes salen de sus países por otras circunstancias: violencia extrema, pobreza…
Y también por lo que acaba de pasar en Acapulco con el huracán Otis. Cualquiera de nosotros nos podemos encontrar en una situación donde pensábamos que teníamos un hogar y un espacio de zona de confort, y de un momento a otro eso cambia. Entonces, nunca hay que tener la total certeza y que eso nos ayude a ver a las personas que se están desplazando con otros ojos, porque además no lo hacen por gusto, lo hacen por obligación, como quizá alguno de nosotros lo tendrá que hacer en algún momento de la vida.
El primer viaje de Amal replicó la trayectoria de los refugiados de la guerra siria, al ir de Turquía a Reino Unido…
Sí, aquí por las circunstancias Amal está haciendo el recorrido de los migrantes al revés, de norte a sur, pues inició en Tijuana y concluirá en Tapachula, pero el propósito es el mismo: que brinde esperanza a las personas que están en tránsito y a quienes están desde hace meses esperando poder cruzar hacia Estados Unidos. Si Amal lo logró siendo una niña de 10 años, los demás también lo van a poder lograr. Y para quienes están en sus casas, su mensaje es: “por favor no los olviden”.
Con esta claridad y la buena disposición de muchas organizaciones y personas, durante los veinte días que Amal pudo estar en México logró tener actividades tanto en Tijuana, como en Monterrey, Guadalajara, la Ciudad de México, Oaxaca y Tapachula. A varios de sus eventos la acompañaron representantes de ACNUR y de Unicef, y convivió mayoritariamente con niñas y niños, lo mismo que con migrantes que, procedentes de diversos países están a la espera de ser recibidos en Estados Unidos.
Con entusiasmo Amal aprendió diferentes danzas tradicionales, le enseñaron a tocar la marimba, participó en una rodada ciclista con migrantes… En Nuevo León visitó el Parque Fundidora; en Jalisco el Hospicio Cabañas; en la Ciudad de México Ciudad Universitaria, la Villa, Xochimilco –paseando incluso en una trajinera– el Congreso de la Unión, el Senado, Bellas Artes; en Oaxaca Monte Albán, los mercados; y en Tapachula la estación ferroviaria y el parque central, para cerrar esta segunda odisea en la frontera México-Guatemala, donde pudo testificar otras realidades y los mismos anhelos: tener oportunidades de vivir en sitios sin violencia, con posibilidades de desarrollarse con todo el potencial, sin hambre o miedo.
Amal extrañando su hogar…
Alguien que ha estado con ella desde que apenas era una idea es Tracy Seaward, productora de Amal The Walk y co-creadora de Amal.
Querida Tracy, ver a Amal en el muro de Tijuana y esa división absurda que significan las fronteras resultó muy conmovedor… Como equipo, ¿platicaron después de esa experiencia?, ¿cómo se sintieron?
Todas las ocasiones donde estamos en una frontera son de las experiencias más simbólicas para nosotros. Como opinión personal, siento que por un lado están los derechos de la gente privilegiada que viaja por las fronteras y tiene pasaporte y facilidades para viajar y, por otro lado, los menos favorecidos que no tienen esas facilidades. Un grave problema social son esas desventajas, particularmente en occidente. Para el equipo del proyecto fue terriblemente conmovedor estar en el muro de Tijuana, porque además fuimos a un centro de migrantes que llegaron a Tijuana después de haber caminado desde Venezuela, Honduras, incluso desde lugares de África, y ves a estas personas con gran dignidad, gracia y valentía, y lo que tratamos es apoyarlos.
Desde que inició su caminata en julio de 2021, ¿cuántos kilómetros ha recorrido Amal?
Es complejo dar una cifra, pero desde el principio a la fecha suman alrededor de 14 mil kilómetros y quince países. Los que recorrió de Turquía a Reino Unido, Estados Unidos y México y varios entre estas dos grandes travesías.
¿Ven similitudes entre los refugiados y los migrantes?
Todos somos seres humanos y todos somos ciudadanos. No me gusta distinguir entre refugiados e inmigrantes. Las condiciones para tener un hogar seguro y pacífico deberían ser derecho de todos.
¿A qué atribuyes que Amal cause tanto impacto en quienes pueden verla y sentirla?
Cuando estuvimos en Tijuana trabajamos con un grupo y muchos de los niños tenían una playera que decía: “Yo soy tú”. Esa es la habilidad de ser empáticos y mostrar compasión. Ese niño puedes ser tú, esa mujer puedes tú, ese padre, tía o tío puedes ser tú. Pienso en la situación que se vive ahora en Gaza y en la desesperación y el miedo de muchísimos más niños desplazados y sólo espero que la gente pueda abrir sus ojos. Hay un dicho que dice no desvíes la mirada, mira a la gente a los ojos y dile tú eres yo.
He seguido a Amal desde que recién era una idea y aún no iniciaba su caminata de Turquía a Reino Unido. Cuando supe que iba a estar en México me propuse hacer este reportaje y en el Centro Histórico me tocó verla salir de las oficinas del Gobierno de la Ciudad y estar justo frente a ella, lo que me conmovió muchísimo. Escuchar a David, Romain y Tracy me dejó claro cuánto ha crecido esa idea artística-cultural y el potente mensaje social humano que representa. Además, viviendo en un país con tal índice de feminicidios diarios y tantísimos desaparecidos y desplazados por la violencia interna y que ella sea una niña, sin duda me conmueve más. Sí, cómo hace falta vernos a los ojos, entender que yo puedo ser aquel o aquella para generar más empatía, más comprensión, más sinergia y menos divisiones… Ojalá el mensaje de Amal prevalezca, ojalá lo multipliquemos, ojalá que no olvidemos que todos somos seres humanos y merecemos un hogar en un entorno seguro, con las mejores condiciones para desarrollar nuestras capacidades, donde la diversidad no sea motivo para divisiones, sino una fortaleza.
Un proyecto increíble que ha crecido con el tiempo, manteniéndose actualizado. Felicidades por tan completo reportaje
Que hermosa creación de una niña que tiene que ver todo con nosotros, en especial por todos los migrantes. Nosotros mismos hemos sido migrantes en nuestra propia tierra al salir a buscar otras alternativas mejores. EL MENSAJE QUE ME DEJA UN PENSAMIENTO CRÍTICO SOBRE EL TRATO A LOS MIGRANTES, EN ESPECIAL A LOS NIÑOS. CUIDEMOS A LOS NIÑOS DE TODO EL MUNDO.
Sin duda la migración es un tema con más aristas que un fractal! Hoy día toma proporciones globales debido al fracaso de los modelos de gobierno incapaces de lograr equilibrar las reglas del juego.
Felicidades Martha, excelente reportaje, como dices, conmueve el espíritu que motiva al personaje y al proyecto.
No había tenido oportunidad de saber de este maravilloso proyecto, la vida y los quehaceres diarios que a veces nos atropellan no me dieron la oportunidad de enterarme. Me parece un gran esfuerzo para unir corazones y entender más a fondo lo que la empatía debe sembrar en nuestro pueblo.
Gracias por compartirlo
Felicitaciones Martha! Excelente reportaje, muy completo e interesante sobre este gran proyecto, tan esperanzador para la humanidad.
Gracias 🫂